domingo, 2 de enero de 2011

Circo 2

Capitulo 2

Payazo
Regreso a su antiguo departamento, del que había salido a sus 20 para no poner pie allí por más de 8 años, 8 divertidos años, en los que no se arrepintió ni un solo segundo de dejar la universidad, de defraudar a su querida familia, de desobedecer a su gloriosa madre, y de pintarle dedo a su estricto padre, apariencia, apariencia, apariencia, eso era simplemente más de lo que él quería soportar, y solo lo dejo, todo el drama de su despedida era un borroso recuerdo flotando en su memoria, dejo unas maletas, y se dirigió a su alcoba, llena de libros, extraños, inteligentes, y presumidos, que parecían mirarle con desprecio desde el imponente librero de caoba que le había heredado su abuela, y otro más normal que había conseguido en una tienda de antigüedades, precioso, pero no por eso, menos altanero que el primero, acomodo su ropa de colores vibrantes cuidadosamente en el ropero donde encontró otros trapos bastante formales comparados con lo que el vestía ahora, ya no recordaba para que lo había usado, o más bien, no quería recordarlo, se sentó en silencio un rato, y pensó en que aria, luego de media hora se encontraba frente al espejo haciendo gestos graciosos para si mismo, ese hombre intelectual y testarudo que fue en el pasado se había convertido en un payazo, sin embargo, los libros tras de el no dejaban de burlarse, y de hacer afirmaciones como “mírate, eres como una caricatura de ti mismo”, así que los enfrento, tomo uno y comenzó a domarlo, y así paso una semana, entre libros y café, era desesperante mente adictivo, veía números en las paredes que lo acusaban de ineptitud, así que el debía demostrarles lo contrario, entonces, de repente, se encontraba una vez más frente al espejo, había envejecido de repente, y pensó que enloquecería si seguía así, y decidió buscar un trabajo, una distracción, el dinero le sobraba por la resiente herencia, y creyó que era hora de probarle a su padre postizo que lo que le había enseñado todos estos años, era a vivir, solo eso, y le estaba profundamente agradecido, le demostraría su error a base de esfuerzo, esa misma tarde se cortó el cabello y se rasuro, armo un hermoso currículo, cosa que no había olvidado a más de intentarlo y al día siguiente se alisto temprano y salió a buscar empleo, sin dejar de sentir la extrañeza que le causaba esa ropa en tonos obscuros y formales en lugar de los vivos colores y formas que siempre usaba, y la falta de maquillaje estrafalario y gracioso que le cubría toda la cara, en lugar de eso era un hombre bien rasurado y de cabello corto, ropas obscuras y andar altanero, con una corbata que sentía el en cualquier momento le llevaría al mismo destino que al cirquero.

No tardó mucho en conseguir un trabajo, le extrañaba el hecho de saber cómo moverse  aun y dominar al hombre, de ser más brillante que el resto, más inteligente, y más tenaz, no se reconocía, en la oficina, todos se daban la mano y saludaban fríamente mientras preparaban café, el participaba  en el mismo teatro muriendo por dentro por gritar buen día, y abrazar a todo el mundo, le encantaba la gente, era en verdad una persona muy afectuosa y carismática, pero aquí simplemente eso no era aceptable, ya era uno de ellos después de todo,.

Todos los días terminaba su labor antes que el resto, también de una manera más precisa, y eficaz, el jefe no paraba de hablar del gran futuro que le esperaba, y él ya tenía una rutina, trabajo y hogar, no tenía muchos amigos gracias a la reputación de gente perfecta que se había hecho en el lugar de trabajo, y de favorito del jefe, todos los fines de semana pasaba a una librería, y compraba extraños libros de ciencias, tecnología complicada, que sabré yo de su retorcida mente, después de todo, él era un payazo, se devoraba los libros, y luego a lo mismo, estaba enloqueciendo rápidamente, y la monotonía del trabajo lo estaba asesinando, abecés hacia tonterías porque si, en la oficina, una vez su jefe le vio y le reprendió “esa no es la manera en que un adulto debe comportarse” decía, “¿acaso eres una payazo?” decía y se retiraba diciendo “yo no tengo hijos, pero si alguien tan brillante como tu esta en mi equipo, no tengo remordimiento alguno, no lo eches a perder muchacho”, y regresaba a la realidad, y así por unos meces poco a poco degradándose, convirtiéndose en lo que más había temido nunca, un hombre decente…

Una mañana se despertó con un dolor de cabeza terrible, y eso duro por tres días, se estaba acabando, pero ya no importaba, solo tenía que vivir después de todo, se repetía todos los días,  y se marchaba al trabajo, creyendo que esa era la forma de estar bien, pues al paso que iba, no solo sería un hombre exitoso e inteligente, un verdadero ejemplo a seguir, sino que también sería asquerosamente rico, llego al trabajo, y tenía apariencia descuidada, no estaba sucio o tenia mal olor, es simplemente que su cabello estaba un poco despeinado esa mañana, y su barba de ya 4 días, su corbata un poco floja, sería normal en cualquiera llegar alguna ves así, o siempre, pero el siembre había sido de imagen impecable frente a ellos, el jefe lo vio, y pensó que hablaría con el después del almuerzo, para aconsejarle como el padre que hubiera querido ser de tan brillante joven , el ex -payazo se sentó frente al computador y se detuvo a media labor, estaba distraído, la monotonía lo distraía, tomo una libreta de recados con adherible, y comenzó a dibujarles ojos, pensó que sería divertido pegarlos en sus cejas o en su frente, pero pronto se detuvo, recordó a su jefe y de repente se sintió estúpido, regreso al monitor y así estuvo hasta la hora del almuerzo, salía siempre solo, y evitaba a los demás, que le estaba pasando? Se preguntaba abecés, si a el le encantaban las personas, como es que termino evadiéndolas?, llego a una tienda de comida rápida y decidió olvidar eso por el momento, ya que recordó el terrible dolor de cabeza que había tenido los últimos días, y mientras el trataba de olvidarse de su drama, ya uno mismo comenzaba en la calle…

“ho miren todos que es ese hombre en la sima del edificio?!!” todos admirados y alborotados se excitaban mirando al hombre en el cielo, el parecer era un valiente, o un loco que cruzaría de edificio a edificio por un fuerte cable recién colocado que unía a los gemelos en su punto más alto, unos apuntaron con un celular grabando al loco, otros con su respectivas cámaras, y una televisora y un periódico local tomando al héroe del día, era el trapecista del circo!, todos lo miraban ¡pero qué excitación!, ni siquiera en el teatro tubo a tanta gente mirándole, se sentía grande, se sentía orgulloso, se sentía invencible, pero nunca se sintió inmortal, eso hubiera sido una cruel ironía, entonces se dispuso a cruzar…

El hombre que no era un payaso, termino su comida, y dócilmente hundido en su pensamiento salió del lugar dejando una favorable propina, y de repente escucho gritos “cuidado!!!” le grito alguien y se detuvo, de repente un fuerte golpe, frente a el estaba la humanidad embarrada del que había sido su compañero de teatro por 8 años, siguió de frente, como fuera de si, tenía que regresar al trabajo, y escucho a la gente decir que era un loco por haber hecho eso si no sabía, que el se lo había buscado, que de esos que quieren llamar la atención están llenos los panteones, y el solo siguió caminando, con miedo de entender a la perfección las razones del trapecista…

Llego a su oficina y se sentó, entonces vio sus papeles con garabatos de ojos, y se los pego en las cejas, cubriendo sus propios ojos, y se quedó en silencio, entonces llego su jefe, se paró en la puerta  y comenzó a hablarle, usando frases como “sabes hijo…” y palabras como “futuro” “imagen” y “éxito” el solo se quedó de espalas pensando, entonces se paró de la silla con sus ojos falsos aun pegados en las cejas, se encamino asía el jefe que lo miraba con extrañeza como queriendo decir algo, y entonces al pasar a un lado él manda más, le pego un ojo de papel que llevaba en la mano en su arrugada frente, y sin detenerse o recoger sus cosas siquiera, el dijo con vos resuelta y calmada, “renuncio…” y se marchó de allí…

Tenía algo importante que hacer ahora mismo, y sabia a donde ir, lo izo a toda prisa considerando que anochecía, no sin antes no detenerse a comprar pastel  verde, era su preferido… después de todo, ese hombre, era un payaso…

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